Esto es prepararse para el verano.
Este fin de semana pude capturar esta imagen de un gran amigo que todas las tardes saca a pasear a su limonero para que tome el sol de invierno. Realizó un ingenioso sistema portátil para trasladar su planta. Lo más vergonzoso es cuando lo hace caminando por el Parque de las Naciones. Estoicamente todas las tardes va con su joven planta para tener así los limones listos para la sangría del verano.
Me permito una última reflexión. Disfrutar siempre tuvo sus riesgos. Enamorarse podía ser peligroso. Pero hoy más que nunca el exterior se convirtió en un enemigo real. Hace un tiempo la vida consistía en una carrera contra el tiempo que decía que no nos podíamos perder de nada, que siempre la felicidad estaba en otra parte y nos la estábamos perdiendo. La vida nos exigía ir cada vez más rápido para que la rueda girara más rápido, los procesos se aceleraban, las comunicaciones apuntaban a eso, y así nunca teníamos tiempo para disfrutar de nada. Y al final lo más importante era perder el tiempo. Que el tiempo se detenga.
Frase Camboyana: “Me gustaría perder el tiempo con vos”. Hoy tenemos que convivir con eso, ser consientes. La vida, la muerte, las distancias, los abrazos, lo micro, lo macro. Nada más rico que una sangría de verano disfrutando con amigos frente a un rio.
Feliz día del amigo
Abrazo camboyano